En los sistemas de energía eléctrica, Los aisladores compuestos son de suma importancia. No sólo son esenciales para soportar y aislar conductores eléctricos en redes eléctricas, sino que también encuentran amplias aplicaciones en otros campos, como ferrocarriles electrificados y operaciones de perforación de petróleo y gas. Al evitar fugas de corriente, garantizan el funcionamiento seguro y estable de los sistemas eléctricos en diversas condiciones.
Los aisladores compuestos funcionan proporcionando un alto nivel de aislamiento eléctrico entre los conductores y las estructuras de soporte. Están diseñados para poseer una excelente resistencia mecánica, lo que les permite soportar el peso de los conductores y soportar cargas mecánicas como el viento y el hielo. La carcasa, normalmente hecha de caucho de silicona, es resistente a la intemperie e hidrófoba. Esta propiedad ayuda a prevenir la formación de películas de agua en la superficie, reduciendo así el riesgo de descargas eléctricas.
Generalmente fabricada con plástico reforzado con fibra de vidrio (FRP) de alta resistencia, la varilla central ofrece un soporte mecánico crucial para el aislador. Su alta resistencia a la tracción le permite soportar fuerzas mecánicas sustanciales.
Compuesta de caucho de silicona, la carcasa no solo protege la varilla central del daño ambiental sino que también proporciona un aislamiento eléctrico confiable.
Estos accesorios, unidos a ambos extremos de la varilla central, están hechos principalmente de hierro forjado o aluminio. Desempeñan un papel vital en la conexión segura del aislador compuesto a estructuras de líneas eléctricas, conductores en redes eléctricas, así como componentes relevantes en ferrocarriles electrificados y equipos de perforación de petróleo y gas, asegurando una conexión estable y confiable.